La Narradora

Relatos y artículos por Yolanda Sala


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MÁS SOBRE NINAVILCA Y NUESTRO PASADO

En el blog de Juan Luis Orrego se anuncia un importante coloquio hacia el bicentenario de la independencia del Perú. Ahí pueden leer mi comentario que transcribo en esta nota:

VI COLOQUIO ‘HACIA EL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ’

 

Yolanda Sala Báez escribió:
Quisiera saber si en el Coloquio se va a tratar el importantísimo papel que desempeñaron las Montoneras que surgieron patriótica y casi espontáneamente en la Sierra del Perú.Me preocupa que los textos de historia, en su gran mayoría, hagan hincapié en la deuda que tenemos los peruanos con las expediciones libertadoras del sur (San Martín) y del norte (Simón Bolívar) que fueron remuneradas con préstamos que el Perú contrajo con Inglaterra o que fueron financiadas por el gobierno de Chile.

Hubo cerca de 20 mil británicos en nuestra independencia porque el objetivo de Inglaterra era apropiarse de nuestros territorios, abundantes en recursos naturales, en cuanto España los dejara ir. Prueba de su éxito, es que al independizarnos de España todas nuestras riquezas quedaron en manos de los británicos.

Los generales de San Martín fueron premiados con haciendas y fincas y todos los soldados extranjeros recibieron sueldos que eran el doble de lo que ganaban en el ejército británico. La mayoría de los extranjeros eran mercenarios y fueron compensados por su trabajo y recompensados  con dinero o con propiedades, por sus hazañas.

No fue así con los montoneros peruanos, indígenas casi todos, que fueron carne de cañón, lo único que recibieron del país, por su contribución a la independencia, fueron sus muertos para enterrarlos, ni siquiera les dieron las gracias, no figuran en ningún texto de historia ni en ningún monumento o memorial y sin embargo fueron ellos, miles de ellos, PERUANOS, que con sus mujeres padecieron hambre, frío, torturas y vieron sus pueblos arrasados por los españoles que San Martín ordenó que fueran respetados por los montoneros, al salir derrotados por el tenaz y exitoso cerco que formaron en Lima miles de indígenas.

Esos verdaderos héroes peruanos, cambiaron el resultado de las batallas poniéndolas a favor del Perú cuando las expediciones del norte y del sur ya se habían rendido.

Los únicos peruanos que figuran en el panteón de los próceres, en los billetes, calles, avenidas y monumentos son en su mayoría los vende-patrias que negociaban la entrega de nuestros territorios y ofrecían convertirnos en protectorado inglés o norteamericano o devolvernos al seno de España, o los que se enriquecieron ilícitamente en sus cargos públicos.

¿Cómo se puede luchar contra la corrupción si la historia que enseñan en las escuelas nos dice que a los peruanos nos tuvieron “que regalar” la independencia, porque éramos tan cobardes que no luchamos por ella? ¿Si nos inyectan en la mente el modelo del gobernante que puede robar, siempre y cuando haga una que otra obra?, ¿si la impunidad campea oronda a todo lo largo de la historia del Perú?

Ya es hora de que los historiadores escriban la verdadera historia del Perú y no esos cuentos que nos ponen por modelo a los políticos deshonestos, a los que agasajaban y le pagaban su sueldo a los soldados españoles, mientras que les negaban un pan y un vaso de agua a los montoneros que eran quienes defendían a la patria.

¿Cómo es posible que se rinda pleitesía a los caudillos corruptos y que los “vecinos notables” (que les pagaban el sueldo a los soldados realistas) firmaran el acta de la Independencia, mientras que héroes como los montoneros que obligaron a los españoles a rendirse, no fueron ni siquiera invitados a esa ceremonia?

Quispe Ninavilca, líder huarochirano, BRINDÓ TODA SU FORTUNA EN PRO DE LA CAUSA DE LA INDEPENDENCIA, Y COMBATIÓ SIN DAR RESPIRO AL ENEMIGO ESPAÑOL. Por su patriotismo y entrega a favor de la emancipación, se hizo acreedor a una medalla de oro, que le concedió el Libertador San Martín, el 1 de octubre de 1821. Asimismo, por sus méritos y servicios a favor de la libertad del Perú, el generalísimo le confirió el grado de capitán, el 13 de febrero de 1822 y el 1 de julio del mismo año, el grado de sargento mayor.

El patriotismo y valor fueron las principales características de este prócer, quien muchas veces fue calumniado y combatido por jefes extranjeros. Ninavilca, siempre luchó por los intereses de sus coterráneos y nunca estuvo de acuerdo en mantener mandos foráneos en los destinos de la naciente república, por ello fue atacado.

El líder huarochirano MURIÓ EN LA MÁS ÍNFIMA POBREZA EN EL EXTRANJERO Y YACE EN ALGUNA FOSA COMÚN EN EL CEMENTERIO DE GUAYAQUIL. Lamentablemente, sus restos no han sido hallados porque QUIEREN MANTENERLO ETERNAMENTE ANÓNIMO Y DESCONOCIDO.

20/06/16 15:07:53

La importancia de este Coloquio Hacia el Bicentenario de la Independencia del Perú consiste, en mi opinión, en que : «La edición del coloquio de este año contará con la participación de los académicos Manuel Chust Calero (Universidad Jaime I de España), Alfredo Moreno Cebrián (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), Ascensión Martínez Riaza (Universidad Complutense) y Carmen McEvoy (University of the South, Sewanee, Estados Unidos), y presentará dos tipos de actividades. En primer lugar, habrá un taller, previa inscripción, con profesores de colegios y alumnos de Historia, que estará a cargo de los invitados extranjeros. COMO RESULTADO DE ESTOS TALLERES DE TRABAJO GRUPAL, SE EDITARÁN LOS CUADERNOS DEL BICENTENARIO, UN MATERIAL DE ENSEÑANZA PARA LOS COLEGIOS A NIVEL NACIONAL. Luego habrá dos sesiones plenarias, abiertas al público: la conferencia magistral del profesor Manuel Chust y la presentación del libro La Independencia inconcebible: el trienio liberal español y la pérdida del Perú (1820-1823) a cargo de los invitados.

Aplaudo la iniciativa de que se actualicen los textos de historia del Perú en general y sobre todo los textos escolares, porque son parte de los elementos que forman o deforman la idiosincracia nacional.

Sería muy conveniente que el Estado Peruano haga un esfuerzo por incluir los textos difundidos por Charles Mann en su obra 1491, publicada en 2005, donde describe los últimos descubrimientos científicos sobre la realidad en el continente americano antes de la llegada de los europeos.

Así, por fin, sabremos el auténtico valor de nuestra cultura y de nuestros ancestros.